La posibilidad de efectuar pagos cotidianos de manera rápida, segura y conveniente es hoy una necesidad fundamental de los consumidores, y es especialmente relevante para las personas de bajo poder adquisitivo que históricamente han estado alejadas del sistema financiero formal y que utilizan únicamente el efectivo como forma de pago.
Tanto en las economías maduras como en las emergentes, la tarjeta de débito es el instrumento por excelencia que ha permitido agilizar y acelerar el proceso de bancarización e inclusión financiera. Más importante aún, a pesar de que el efectivo sigue siendo el medio de pago más usado en la región, vemos que el consumidor está adoptando cada vez más el débito frente al efectivo como principal alternativa para las compras diarias. Su uso está creciendo más rápido para pagar directamente en comercios y en pagos no presenciales, es decir, en los cuales la tarjeta no está presente físicamente.
De hecho, el uso de las tarjetas de débito en América Latina y el Caribe mantiene una tendencia claramente ascendente. En Visa consideramos que esta tendencia de uso seguirá en alza por las grandes ventajas que ofrece el débito frente al efectivo y los cheques, además de su gran aceptación local, regional y mundial.
- Las tarjetas de débito son más convenientes ya que permiten al consumidor realizar las compras en el punto de venta de forma rápida, simple y eficiente, sin tener que perder tiempo contando billetes y entregando efectivo
- El consumidor también percibe la seguridad de no manejar efectivo. Una tarjeta de débito puede ser bloqueada para evitar su uso no autorizado y está respaldada por tecnologías de seguridad. Adicionalmente, la migración a tarjetas de microcircuito añade un nivel de protección contra clonación que está aumentando dramáticamente el nivel de confianza y seguridad del consumidor
- El débito también es fundamental para ayudar a tener una disciplina presupuestaria, ya que cada transacción efectuada con tarjetas de débito genera un rastro electrónico, que el efectivo no ofrece, y el cual permite tener un control detallado del consumo cotidiano
Un aspecto importante que está acelerando la adopción del uso de las tarjetas de débito es la expansión del comercio electrónico. Vemos que el consumo digital es cada vez más relevante, especialmente entre la generación de los millennials. Este consumo requiere de un pago igualmente digital y no en efectivo. Estos jóvenes consumidores, que generalmente tienen mayor propensión a tener y usar tarjetas de débito, están impulsando el crecimiento del débito para compras por Internet.
Por último, muchos consumidores en [NOMBRE PAIS] no califican para obtener tarjetas de crédito, pero sí de débito. Para este segmento, el débito es un producto ideal para tener acceso por primera vez al sistema financiero, además de tener todas las ventajas y beneficios de los medios de pago electrónicos a través de una cuenta bancaria propia.
Sin duda, las tarjetas de débito son el inicio a un mundo de posibilidades y beneficios económicos. Nuestro reto es seguir expandiendo el valor que brindan estos medios de pago y desplazar al efectivo en el uso diario de los consumidores.